El otro día en la retransmisión del partido ante la Real Sociedad dieron un dato que me resultó inquietante, el Almería llevaba 30 jornadas y había encajado 60 goles, las matemáticas, en este caso, son claras, dos goles por partido, es decir, que empiezas con un hándicap de 2-0 cada partido en contra y, a pesar de eso, el mejor de la temporada es su portero.
Lo habitual en un equipo pequeño es que su portero intervenga bastante, no pasa lo mismo en un equipo grande donde su portero interviene menos, aunque sus intervenciones son más claves. Un portero de un equipo pequeño, lógicamente, está asediado prácticamente en todos los partidos. Pero si encima de ser el equipo más goleado, si tu sistema defensivo no ha funcionado en toda la temporada y aún así eres el jugador más destacado de la plantilla, pues eso indica, una vez más, que las cosas no se han hecho bien.
Claro, puedes tener un portero que sea destacado, imaginaos por un momento que en este desastre de plantilla el portero no tuviera un rendimiento como el que está teniendo Maximiano esta temporada. Imaginaos que en vez de 60 goles podría llevar 80 ó 90. Es desastrosa la temporada, la mires por donde la mires y cuando tu portero es el más destacado en una campaña para olvidar es un indicador de que la plantilla está mal configurada, y no le echo solo la culpa a los defensas, es un problema de equipo, de sistema defensivo como tal. Un indicador más de que las cosas no se han hecho como se tenían que hacer.