VÍDEO BLOG #Minuto92: ¿Quiere el Almería ascender a Segunda RFEF?, por Víctor J. Hernández Bru.
Sinceramente, a estas alturas de temporada y viendo lo que estoy viendo, a pesar de que la UD Almería es un auténtico arcano casi imposible de descifrar, tanto por su peculiar manera de entender el fútbol profesional como por su rotundo hermetismo y opacidad para todo, tengo serias dudas de que la UD Almería quiera que su equipo filial ascienda a Segunda RFEF.
El club rojiblanco tiene a sus dos equipos profesionales en situaciones muy diferentes en este momento. El primer equipo ya está virtualmente descendido y la consecución matemática de tal situación se espera en pocas semanas. A catorce puntos de la zona de permanencia y con 21 por jugarse, el Almería no tiene ninguna posibilidad de no descender a la categoría de plata del fútbol español.
El filial, en cambio, a pesar de una temporada con altibajos, ha logrado llegar al tramo decisivo con posibilidades de ascenso, en concreto, de ascenso a Segunda RFEF, una categoría que supondría estar dos por debajo del primer equipo. Hay que recordar que este año, ambos conjuntos han estado separados por cuatro categorías.
Sinceramente, estando las cosas como están y teniendo en cuenta la importancia que tiene el poseer un filial cuyos jugadores estén separados por la menor diferencia posible con respecto al primer equipo y así poder trabajar e incluso jugar con él en determinadas circunstancias, yo no tengo ninguna duda de que, hoy por hoy, el principal objetivo deportivo que le queda a la UDA de aquí a final de temporada es el ascenso del filial.
Sin embargo, como suele ser habitual en este club, los hechos no concuerdan para nada con ése que, repito, entiendo que debería ser el objetivo principal del club en circunstancias normales.
Ya en el mercado de invierno, la entidad se ha comportando despreciando notablemente al filial, deshaciéndose de jugadores que bien podrían haber ayudado a ese ascenso. Más tarde, algunos de los futbolistas del primer equipo que tenían ficha del filial también se han desvinculado completamente de él, debilitando claramente al equipo de Alberto Lasarte que, aunque no lo va a reconocer públicamente, anda profundamente cabreado con estas circunstancias.
El colmo de los colmos ha sido, a la llegada de Pepe Mel al club, la llamada de varios jugadores del filial para partidos del primer equipo, como Marcos Peña o Paco Sanz. Ambos fueron convocados para el encuentro de San Sebastián, en una llamada absolutamente inútil y que no iba a servir absolutamente para nada, como así ha sido.
Mientras, el filial se jugaba la vida por el ascenso sin poder contar con algunos de sus hombres claves, pese a lo cual, por cierto, lograba hacerse valer. Yo entiendo que Mel quiera contar con los jugadores que más valor pueden aportarle al equipo, pero siempre y cuando no sea para que no aporten absolutamente nada. Incluso yo diría que alguien debería explicarle al ‘míster’ que, ahora mismo, lo único que tiene en juego la UD Almería es el intento de cambio de categoría de su equipo filial. Insisto, eso sería en un club ‘normal’, que obviamente, es una categoría que a la UDA le sigue quedando a años luz.
