VÍDEO BLOG #Minuto92: La evolución de las declaraciones de Mel empieza a prometer un final de su ‘era’ más que divertido, por Víctor J. Hernández Bru.
Empiezo a pensar que nos vamos a divertir con el final de la ‘era Pepe Mel’ en la UD Almería. Desde hace unas semanas empiezo a percibir, en sus comparecencias públicas, la esencia del Pepe Mel que yo conocí: un tipo valiente, sin pelos en la lengua, que llama ‘al pan, pan; y al vino, vino’ y que no mira el DNI ni la cuenta bancaria cuando tiene que cantarle las cuarenta al lucero del alba.
Empezó, Pepe, muy prudente y comedido, asumiendo el disparate ése haber sido fichado para concluir la liga con un equipo ya descendido y sin ninguna posibilidad de continuar el año siguiente, a pesar de ser el segundo técnico en activo con más partidos en Segunda División.
Sin embargo, a medida que han ido transcurriendo las semanas, y entiendo yo que ha ido conociendo el ‘pelaje’ de los tipos en cuyo barco se ha subido, su tono y el contenido de sus declaraciones han ido cambiando de manera más que notable.
El último episodio se ha vivido este fin de semana, en una doble comparecencia en dos días seguidos, para contar, sin que absolutamente nadie le hubiera preguntado al respecto, que cuando se reunió con el director deportivo, que entiendo que él debe pensar que es Joao Gonçalves, pero que el club no ha desmentido aún lo dicho en su día sobre El Assy acerca de que ese cargo lo ocupaba él mismo, éste le dijo que su fichaje se correspondía con el único objetivo de intentar ganar un partido antes de que concluyera el campeonato.
Mel, que sabe mucho de fútbol y además sabe sumar, coronó su explicación con un lacónico “yo ya he ganado dos”, poniéndose en valor de una manera para mí innecesaria. Sin embargo, lo importante de estas declaraciones, que Mel vertió el sábado en casa y repitió el domingo tras el choque en el Benito Villamarín, reside en desvelar el disparate de recibir una oferta de un equipo descendido por el miedo de sus rectores y su propietario a acabar el campeonato sin haber sumado ni una sola victoria; o lo que es lo mismo, la constatación de que este club está dirigido por personajes con las preocupaciones vitales de un niño de cinco años.
No puedo poner la mano en el fuego, entre otras cosas porque no he hablado con el míster, pero no me extrañaría que, al final, el que le vaya a plantar el par de ‘frescas’ que esta gente se ha merecido antes por parte de Rubi, Vicente Moreno o Garitano, vaya a ser el técnico que llegó aparentando conformarse con ser un parche temporal en un equipo ya descendido.
