No es fácil, no es nada fácil subir de categoría, por eso mi enhorabuena, sentida y de corazón. Habéis luchado mucho, primero en la Liga regular, donde semana a semana se iba viendo la proyección, luego en las eliminatorias con rivales fuertes y de mucha entidad, ya en mi época eran rivales punteros, tanto el Real Jaén como el Toledo, por lo tanto gracias por vuestro esfuerzo, el de vuestro míster y el de tantas personas que han estado con vosotros, es muy importante tener un equipo por debajo de la primera plantilla, así muchos se podrán formar sin salir cedidos y estar cerca siempre y preparados para el primer equipo.
Que pena, por otro lado, que los máximos dirigentes les importe una mierda, que no vea en los entrenamientos lo que hacéis, que no os animen, no os valores, no os sigan y sobre todo que no hayan acompañado en esos viajes que han sido duros y difíciles. Habéis estado carentes de jefes, pero habéis tenido algo mejor, una ciudad y unas familias volcadas con vosotros y recibiendo esa felicidad que el primer equipo no supo darnos. Habéis sido lo mejor de esta temporada, por desgracia, el Almería se ha convertido en un castillo de fantasmas, no hay nunca nadie, solo sombras, voces raras, soledad, no aparece nadie, no hay nadie en el castillo, ni se espera, solo se oyen unas voces que dicen «el whisky que tiene el Bribón no es blanco ni es tinto ni tiene color, ay bribón, ay bribón, ay el whisky que tiene el Bribón».