Bueno, estamos ya en plena vorágine de la Eurocopa y, en este caso, la primera fase ha sido la verdad es que una demostración de la selección española como una candidata seria y fuerte a ganar este campeonato. Como somos muy dados a los extremos al principio íbamos un poco de tapados, o con pocas expectativas y de repente somos primeros, de repente casi estamos ya en la final y los otros rivales que para qué se van a presentar.
Es verdad que en el mundo del fútbol, sobre todo el tema del periodismo, es muy extremista porque al final es un poco lo que nos gusta, los que leemos y lo que nos entretiene, pero hay que poner un poco de seriedad. Ni cuando llegamos a la Eurocopa éramos los claros claros favoritos ni ahora los equipos no se presentan porque nos tienen mucho miedo. Ese exceso de confianza, esa alabanza, ese reconocimiento general, es lo que hay que trabajar para que no cale en los jugadores, para que den el mismo nivel de motivación que se vio, por ejemplo, ante Italia, y a partir de ahora la competición es distinta, porque no es lo mismo asegurarte que tienes tres partidos en un grupo y que tienes opción en un momento dado de que si tropiezas al siguiente partido ya lo puedes solventar, aquí ya es a vida o muerte, es una eliminatoria que el que gana pasa y el que pierde se va a casa. Hay que afrontarla con mucha seguridad, pero sin pasarse, sin exceso de confianza ¡vamos España!