VÍDEO BLOG #Minuto92: El flipante seguidismo de los ridículos vídeos de Turki, por Víctor J. Hernández Bru.
Turki ha sacado la chequera. A nadie podrá sorprenderle que un dirigente de Arabia Saudí trate de comprar a la gente con dinero. Es su modus operandi habitual, en un país en el que desde hace años impera una empresa pública, del estado saudí, fundada para promocionar un régimen basado en el totalitarismo y la teocracia, una dictadura como la copa de un pino, a través del deporte y la cultura, en un rotundo caso de blanqueamiento a través del ‘petrodolarismo’.
Turki, al que un día no hace mucho Javier Tebas, presidente de la LFP que tanto criticaba el dinero de los clubes-estado y de la inversión árabe en competiciones de la Federación, ha aceptado salir en un vídeo en el que nuestro presidente anuncia una lluvia de inversiones procedentes de Arabia. Es evidente que todo el mundo tiene un precio.
Y ante tan evidente operación transaccional, una parte de la prensa y de la afición vuelve a arrodillarse ante un vergonzoso proceso de compra de voluntades a base de lo que crece en los árboles del ‘oro negro’.
Da igual lo que haga Turki, porque siempre habrá un parte de la afición y de los medios que le aplaudirán. Días antes del sonrojante vídeo de Tebas, el señor ministro se grababa otro vídeo con un boxeador británico y su CEO en la UDA, Mohamed El Assy, en el que bromeaba con el máximo dirigente de su club con que el púgil inglés daría cuenta de él en el caso de que no logre el retorno a Primera División por la vía rápida.
El Assy, que luce altivez y prepotencia con quienes cree por debajo de él, respondía humillado y apocado, convertido en una figurilla de Belén, que sí, que trataría de cumplir tal objetivo, mientras miraba a su jefe como el niño chico que mira a la figura del deporte que lo ha visitado en su clase del parvulario.
Amenazas de violencia, humillación pública, bromas con una posible agresión y buena parte de la parroquia aplaudiendo y la otra callada ante un ‘modus operandi’ absolutamente intolerable para cualquier persona en nuestro país, pero que se le permite a estos señores, como se les permite vetar el acceso a recintos deportivos a periodistas que no se someten a la sucursal de sus propias dictaduras en nuestro país.
