Hoy en día, la verdad, no entiendo a los tiradores de penaltis. Es verdad que es una suerte, alguna gente dice que hay que trabajarlo y es verdad que no es lo mismo tirarlo cuando estás entrenando que puedes tirar mil penaltis y meter los mil que cuando estás en un partido, cuando hay mucha presión de público, cuando es el último minuto, cuando es súper importante…
Al final no es la misma presión entrenando que jugando, pero hay que entrenarlo. Lo que no entiendo son los penaltis que se ponen a 20 metros, van dando pasito a pasito, trotecito a trotecito, esperando a ver si se vence el portero, hacen su jugada, se paran y miran al portero y el portero si se queda de pie, al ir recto porque va de frente al balón, porque ni siquiera van ladeados para poder engañarlos y pegarle a un lado u otro, al final lo que es el cuerpo le das al balón con la pierna y siempre o va al palo o te lo paran, no entiendo los penaltis modernos de hoy en día.
No voy a entrar en la peleita entre Ramazani y El Bilal por tirarlo, porque al final todos quieren tirarlo o se ven con confianza o lo necesitan para su autoestima en ese momento, pero no entiendo los penaltis modernos, de toda la vida se ha dicho que el que está bien tirado es el que va entre el palo y el gancho que hay en el lateral de la red, ahí es imposible que el portero llegue, si le pegas fuerte claro, hay que tomar carrerilla, llegar con velocidad y golpear fuerte, lo que no puedes pegarle es como van ahora los jugadores, que van trotando y hoy en día los porteros estudian mucho a los rivales, tienen 20.000 vídeos y hay que darle mucha más potencia. O llegamos convencidos de tirar el penalti a un lado, fuerte, porque incluso los Panenka a veces te los pueden pillar, pero hay que ir en velocidad y pegarle fuerte, no me gustan los penaltis modernos».
