VÍDEO BLOG #Minuto92: Me gusta mucho Rubi… aunque no entiendo sus ruedas de prensa, por Víctor J. Hernández Bru.
Me gusta Rubi. No es la primera vez que lo digo, pero lo voy a repetir. Me gustó desde que llegó. Me gusta el fútbol que propone, me gustan sus resultados y me gusta el trabajazo, con rendimiento incluido, que se está pegando con los recursos que tiene.
Es más, prácticamente desde que llegó, he visto cómo ha sido muy contestado por parte de la afición y he presenciado cómo muchos han ido pidiendo su cabeza una y otra vez, a pesar de que en su primer año completo ha logrado el ascenso que otros antes no consiguieron y que, en su debut rojiblanco en Primera está consiguiendo hitos creo que objetivamente muy reseñables. Insisto, a pesar de lo cual, cada vez que pierde un partido, incluso a veces sin perderlo, hay quien lo insulta y solicita que le hagan un collar de soga bien ajustado.
Dicho esto, obviamente no es perfecto; nadie lo somos. Como director deportivo del equipo comete fallos, faltaría más; y en la sala de prensa es especialmente vulnerable. También prácticamente desde que llegó he subrayado que suele hacer análisis bastante sobrios y certeros cuando gana y que se muestra mucho más dubitativo, fallón y en ocasiones hasta un poco llorica cuando pierde. Tampoco es un defecto en exclusiva suyo. Suele pasar entre los técnicos profesionales.
Sin embargo, en las últimas semanas, percibo a un Rubi bastante más desconcertante cuando se pone ante los micros, especialmente tras los partidos, que es cuando más periodistas hay en la sala, cuando se ve obligado a responder a más y más variadas preguntas, cuando el peso que los medios oficiales del club tienen en sus ruedas de prensa intersemanales se diluye más entre tanta solicitud de intervención por parte de los medios independientes.
Se lio de forma incomprensible hace tres semanas, cuando le preguntaron por Pacheco, tema que quiera o no el ‘míster’, es un foco de atención informativa y de comentario generalizado entre todo el que tiene cierto interés por el club, respondiendo que si le iban a plantear esa pregunta todos los días. Pues sí, querido Joan Francesc, por supuesto que sí, ni más ni menos que porque se trata de un ‘escandalazo’ que un equipo de Primera División tenga en plantilla cuatro porteros por la impericia de sus dirigentes y que uno de ellos le vacile públicamente a uno de ellos, en concreto al que está mejor pagado.
Y este fin de semana se le ha vuelto a ver a Rubi de nuevo incomprensiblemente nervioso. Su equipo acababa de firmar el mejor partido de la temporada, recuperando la senda del triunfo ante un oponente que venía a gran nivel y ofreciendo unas altísimas prestaciones en su juego colectivo. Era una rueda de prensa para lucirse, para centrar el foco en todo lo positivo que el equipo había exhibido, que era mucho. Y preguntado por la mejoría en el rendimiento de Luis Suárez al hacerlo jugar en su sitio, la posición de ‘9’, volvió a mostrarse picajoso, algo ‘revenido’, afirmando que cuando lo puso en la banda no quería ponerlo en la banda sin que jugase hacia adentro y que este tema “no tiene más jugo”.
Pues siento decirte, querido Joan Francesc, que el ‘jugo’ se lo extraes tú con este tipo de respuesta y que te vuelves a equivocar, poniendo en mayúscula un tema que, por tu bien y el del equipo, tenías que haber resuelto sin darle ningún tipo de importancia. Eso sí, en tu defensa diré que en cualquier otro club profesional y en muchos no profesionales, para estas cosas el entrenador recibe el asesoramiento del jefe de prensa. No así en este, en el que el que te acompaña a las ruedas de prensa se limita simplemente a adornar la escena.