Desde el club rojiblanco esperan una revolución en la plantilla, pero por ahora el margen de movimiento es escaso.
Todo apunta a que la Unión Deportiva Almería se encamina a una reestructuración de su plantilla con motivo de su regreso a Segunda División. No obstante, no lo van a tener nada fácil los directivos rojiblancos, ya que su posición de partida no les permite pensar de inicio en incorporar a los pilares básicos del nuevo proyecto. Con el regreso de Kaiky Fernandes, Houboulang Mendes, Arnau Puigmal, Arvin Appiah y Marciano Sanca tras sus respectivas cesiones, la dirección deportiva deberá gestionar inicialmente un equipo de 27 jugadores.
Hasta el momento, solo un jugador ha dejado el club tras la finalización de la temporada anterior: Diego Mariño. El portero, que probablemente se unirá al recién ascendido Valladolid, es el único jugador que ha terminado contrato con la entidad rojiblanca. Este contexto es resultado de una política de fichajes que se centra en firmar contratos a medio y largo plazo, de modo que la mayoría de las salidas de jugadores se realizan mediante ventas.
La situación podría complicarse aún más en los próximos días, aumentando la cifra de 27 jugadores a 29. Aunque los cedidos Choco Lozano y Luka Romero ya se han despedido de Almería, es probable que Bruno Langa continúe en el club, que ejecutará una opción de compra para adquirirlo en propiedad. Además, Nico Melamed, que apunta a ser el primer refuerzo del verano, podría cerrar su incorporación a la UDA una vez termine su temporada con el Espanyol.