El conjunto indálico debe dar salida a una decena de jugadores, al menos, antes de que comience la pretemporada y se incorporen los futbolistas ya comprometidos.
La cuenta atrás ya ha comenzado para la UD Almería que ha fijado su regreso, al menos los reconocimientos médicos, para los primeros días de julio. La intención es que el plantel que se reincorpore se parezca mucho al que vaya a comenzar la temporada, aunque esto es algo que desde la llegada de Turki Al Sheikh ha sido una quimera, con numerosos movimientos en las horas previas al cierre del mercado. El objetivo es evitar un colapso.
En cualquier caso, la intención es la de que Rubi no cuente con 30 o más jugadores en la concentración, de que de momento se desconocen detalles, aunque Marbella podría volver a ser la elegida. Un excedente de futbolistas suele lastrar el normal desarrollo de un periodo de preparación y es por ello que los próximos 20 días deben ser una rampa de salida para jugadores que no cuentan o no son asumibles en Segunda División.
Aunque desde la UDA se está lanzando el mensaje de la solvencia económica y la no necesidad de vender, lo cierto es que se escuchará toda oferta que esté cercana a las cláusulas de los Luis Maximiano, Robertone o Pubill, a lo que se suma que el propio cuerpo técnico ya ha trasladado al club varios nombres de jugadores que sí entran en cifras de la categoría de plata, pero no en el plano deportivo.
Mientras se aligera la ‘Operación Salida’, muchos nombres se siguen vinculando a la UD Almería como animador del mercado, un año más. El último es el de Juan Otero, extremo colombiano que ha venido realizando una buena temporada con el Sporting y que en caso de no ascender vería con buenos ojos un cambio de aires.